SINOPSIS: “Pues yo me pasaría las últimas veinticuatro horas en Barcelona teniendo sexo sin compromiso en mi habitación de hotel”. Así comienza la historia de Elena, una chica joven, divertida y sin pelos en la lengua, a la que le queda muy poco tiempo de estancia en España. ¿Pero qué pasa si alguien escucha su deseo? ¿Lo convertirá en realidad como el genio de la lámpara? ¿Y después, podrán seguir con sus vidas como si nada hubiera pasado?
RESEÑA: 24 horas es un historia divertida y muy caliente. Elena conoce a Oriol en la noche en la que ha quedado con sus amigas para despedirse de manera definitiva de España. Una de ellas, aparece en el garito con su hermano y un amigo de éste justo cuando ella expone lo que desearía hacer su último día en su ciudad.
Sin embargo, lo bueno de esta historia no se queda en lo que pasa en una habitación de hotel durante 24 horas, sino en todo lo que viene después: el cambio entre géneros, haciéndola casi epistolar en algunos momentos, el modo que tiene la autora de dejarnos con las ganas de saber más y la facilidad que nos da para que nos imaginemos el resto. Y el final… ese final inesperado y del que no puedo decir nada porque no soy de hacer spoilers.
A todo esto hay que añadir la rotundidad de los personajes, un juego de preguntas para que en ese tiempo de descuento no solo ellos tengan la posibilidad de conocerse si no que nosotros lleguemos también a enamorarnos de ellos, las pistas camufladas entre pregunta y pregunta, la forma en la que están descritas las escenas de sexo que nos sumergen en el cálido morbo de esa habitación de hotel en Barcelona, la manera de explicarnos el argumento y el cuidado absoluto de la redacción de Ana idam, te conquistarán.
El punto de vista se va alternando entre ambos, es de agradecer porque así sabemos lo que piensa él de ella, no sólo lo que se imagina el personaje femenino. Este recurso lejos de desviarnos la atención, nos centra y nos da a conocer todas las curvas y aristas de ambos. Y a parte nos sirve para descubrir la versarilidad de esta autora que cambia de zapatos sin despeinarse siquiera.
Y lo más importante, porque al fin y al cabo no deja de ser un entretenimiento: la historia te atrapa desde la primera frase y doy fe de que serás incapaz de soltarla hasta que termines con ella.
Sin lugar a dudas, este es un libro que merece la pena lucirlo mientras coges el transporte público, mientras te vas a la playa o te sientas en una cafetería a esperar a que tu hijo salga del cole. 24 horas es otra de las joyas autopublicadas que forman mi librería.
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