Llevo tiempo queriendo hacer esto, queriendo ponernos a todos juntitos y presumir de nosotros mismos, porque ¡qué coño! Nosotros lo valemos, y al que diga lo contrario le espero a la salida del blog con el machete entre los dientes.
Fue en enero de este año que ya termina cuando comenzó mi peripecia por este mundillo indie bipolar en el que a veces te dan ganas de tirar la toalla y otras ponértela de turbante.
Digamos que mi comienzo no fue lo que esperaba, estaba convencida de tener más apoyo de alguna gente y poco a poco me fui desinflando. Meeeeeec, error. Jamás debí esperar nada de nadie, solo de mí misma. Lo hice mal. Me pudieron las ganas y las prisas y no quise hacer ese mal llamado spam en Facebook. Tras vender lo normal en el primer mes mis estadísticas se convirtieron en un campo de grillos. Cada vez que me hacían cricri desde el otro lado de la pantalla yo me hacía más pequeñita.
Pero no voy a regodearme en mi miseria, que no he venido aquí a esto. ;)
Mis amigas autoras Ana Idam y May Blacksmith me ayudaron muchísimo, me escucharon y animaron todo lo que pudieron. Y me quitaron la venda de los ojos. «Si no te conoce nadie, ¿cómo van a interesarse por tu libro?».
Desde ese momento en el que decidí moverme un poquito y ver cómo funcionaba el tema de las redes, me he encontrado con mucha gente, y de todo tipo. Algunas cosas y determinadas personas no me han gustado en absoluto (tampoco voy a incidir en esto porque ya os di mi opinión en este mismo blog tras acabar el concurso indie), pero otras muchas han llamado poderosamente mi atención; a saber: hay mucha gente que está exactamente en la misma situación que yo, que lo único que quiere es darse a conocer, llegar a más gente, mover su obra y esperar, con los dedos de los pies cruzados, a que alguien se fije en él y se digne a dejar su opinión en Amazon, a que alguien se atreva a darle a las estrellitas que puntúan a tu hijo literario. Y que hay gente por estos lares que vale un potosí. Que sí, que hay gente prepotente, mucho listillo y algún que otro impresentable. Pero son muchos más los que merecen la pena.
Somos muchos autores queriendo hacernos hueco y muchos los que creemos en el trabajo de equipo. Por que yo, que he estudiado un poco de todo, y que tengo más de dos dedos de frente (en concreto tengo toda una palma, herencia de los López), sé que vale más el apoyo, que el pisoteo, que vale más que te diga que me ha encantado el libro de mengano, a que esté todo el día hablando de mí, de mi vida, de mis libros, relatos, poemas…. Porque el yoismo es agotador para el que lo practica y tedioso para el que te tiene que aguantar a diario.
Personalmente siempre he compartido mis opiniones cada vez que he leído a un compañero, pero hoy quiero llegar un paso más allá, porque ponerlo aquí, en el blog, significa que voy a poder compartirlo cuando me dé la gana.
En la imagen os presento casi todos los libros que me he leído este año. Todos han tenido entre 4 o 5 estrellas. Hay de todo, perlas, esmeraldas, diamantes de chorrocientos kilates y alguno sin pulir.
En la imagen veis portadas, pero detrás hay personas estupendas. De Ana Idam y May Blacksmith no digo nada más que lo que ya he dicho, sin ellas ni mis libros ni yo misma estaría por aquí, han sido mi referente y son foco de mi total admiración. Sebastián E. Luna creo que fue el primero con el que coincidí cuando decidí hacerme el turbante con la toalla, es un escritor estupendo, maravilloso, de los que se meten bajo la piel… pero también muy buena persona, un tiazo con mayúsculas. Como Jose Antonio Ríos, un escritor con duende, un genio, otro tiazo de los pies a la cabeza que no duda en echarte una mano, el pie y lo que haga falta. De grandes escritores y de grandes personas quiero hablar, como Enrique Vidal (más conocido por las redes como Kike VRS) o Marta Abelló, o Leticia Meroño. Personas que escriben de putísima madre y que no dudan ni un momento en echarte una mano, en darte una palabra de ánimo, en regalarte un banner porque sí, porque les da la gana, que te recomiendan y te ponen en sus blogs y se acuerdan de ti.
Pero no termina aquí, hay muchos más grandes escritores y personas fabulosas, a estos los conocí en el concurso literario de Amazon, los leí con muchas ganas y no defraudaron, tienen verdaderas joyas entre sus manos y tampoco dudan en tender la mano al prójimo como Gemma Herrero Virto, Marta Sebastián, Gemma Tacón, Elisabeth Marrón Suñé y Pedro Breis, autores que recomendé este verano y con el que he tenido el enorme placer de coincidir, grandes, enormes. Y aunque no participaran en el concurso también leí a Joana Artega, a Iván Gilabert y a Nina Minina y me encontré con tres autores de los pies a la cabeza, también con una calidad brutal en sus historias y cuyos personajes se metieron bajo mi piel desde el primer párrafo, que saben de qué va la historia del mundo indie y que tampoco dudan en reseñar ni en opinar. Durante todo este tiempo de lecturas también he tenido el placer de encontrarme a gente que no escribe y apoya, sois muchos, pero voy a poner a tres personas maravillosas que apoyan SIEMPRE a los autores indie: Sonia Aguirre y Nere Gurutxeta. Están en nuestro día a día, recomendando, reseñando, moviéndonos por las redes.
Tengo que hacer mención especial a Magda Jimenez. Dedicada en cuerpo y alma a darnos a todos apoyo, enamorada de la literatura independiente y conocida por todos como la cara detrás de Advance books. Son genios, todos ellos, y brutales. Personas con alma a las que quiero tener cerca, de las que quiero aprender y con las que quiero crecer como autora.
No son los únicos, tengo a grandes personas en mi Kindle sin leer (todavía me queda un poco del 2017). Gente que sé que tienen magia en sus dedos, gente que merece la pena como Estefanía Yepes, Peter Olson, Noemí Hernández, RM Madera, Scarlet Van Veen, Galder Izarzugaza, Samir Dabian... Pero ellos tendrán que esperar al 2018 (por eso de que necesito tres vidas para hacer todo lo que quiero) :P
Y tú, que me estás leyendo, solo te pido un favor… bueno, tres: Lee, comenta, comparte.